Hacia Ti, morada santa. Hacia Ti, tierra del Salvador. Peregrinos, caminantes, vamos hacia Ti. Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto, comeremos tucarne, tu sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo, en tu morada santa. Beberemos tu sangre, tu fe nos salvará.
Estribillo Somos tu pueblo santo, que hoy camina unido. Tú vas entre nosotros, tu amor nos guiará.
Tú eres el camino, Tú eres la esperanza, hermano de los pobres, amén. Aleluya.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor,
Por tu inmensa gloria Te alabamos, Te bendecimos, Te adoraamos, Te glorificaamos, Te damos graacias.
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderooso.
Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú que quitas el pecado del muundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del muundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Paadre, ten piedad de no]FA#]sotros.
Intro:
Porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor. sólo Tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
En este mundo que Cristo nos da hacemos la ofrenda del pan. El pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar. Traigo ante Ti nuestra justa inquietud: amar la justicia y la paz.
(Saber que vendrás, saber que estarás partiendo a los pobres tu Pan.) (Bis) La sed de todos los hombres sin luz, la pena y el triste llorar. El odio de los que mueren sin fe, cansados de tanto luchar. En la patena de nuestra oblación acepta la vida, Señor.
¡Santo, santo, saanto, es el Señor Dios del Univeerso! Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. ¡Hosaanna, hosaanna, en el cieelo! Bendito el que viene en nombre del Señor. Estribillo
Bienaventurados, seremos, Señor, seremos, Señor. Seréis bienaventurados los desprendidos de la tierra, seréis bienarados porque tendréis el cielo. Seréis bienaventurados los que tenéis alma sencilla; seréis bienaventurados: vuestra será la tierra.
Estribillo Seréis bienaventurados los que lloráis, los que sufrís; seréis bienaventurados porque seréis consolados. Seréis bienaventurados los que tenéis hambre de mí; seréis bienaventurados porque seréis saciados.
Estribillo Seréis bienaventurados los que tenéis misericordia; seréis bienaventurados porque seréis perdonados. Seréis bienaventurados los que tenéis el alma limpia seréis bienaventurados porque veréis a Dios.
Estribillo Seréis bienaventurados los que buscáis siempre la paz; seréis bienaventurados hijos seréis de Dios. Seréis bienaventurados los perseguidos por mi causa; Seréis bienaventurados porque tendréis mi Reino.
Salve, Madre, en la tierra de mis Amores te saludan los cantos que alza el amor. Reina de nuestras almas, flor de las flores, muestra aquí de tu gloria los resplandores; que en el cielo tan sólo te aman mejor.
Reina, aquí todo es tuyo; tu gloria y hermosura bendicen hoy tus hijos en cántico triunfal. El sol de nuestro cielo con tu esplendor fulgura, y aquí, Madre, las almas olvidan su amargura para entonarte el himno del amor inmortal.
Plegaria: Virgen santa, Virgen pura, vida, esperanza y dulzura, del alma que en ti confía; Madre de Dios, Madre mía, mientras mi vida alentare, todo mi amor para ti; mas si mi amor te olvidare, Madre mía, Madre mía, aunque mi amor te olvidare, tú no te olvides de mí.