Intro: El azul del cielo, el verde de las aguas, el rostro de los niños y el sol. Las flores del campo, las gotas de rocío, el ímpetu del viento y del mar.
Toda mi existencia, el amor de mis hermanos, la vida en compañía de Ti. El amor que siento, que vive aquí en mi pecho cuando canto para Ti.
Intro:
He venido para que viváis y viváis en abundancia. He venido para que tengáis una vida en plenitud. He venido para que viváis y viváis en abundancia. He venido para que tengáis una vida en plenitud. Tengo en tu Palabra la fuente de mi vida, la fuerza que nos lleva hacia Dios. Olvidas mis pecados, me curas de mis males, me llenas de esperanza y amor.
Envías tu Espíritu, me llenas de tu gracia, me das tu fortaleza y perdón. Siento que mi vida está toda en tus manos, creo que eres Tú, mi Señor.
Estribillo Hoy estoy aquí porque quiero proclamarte, pedirte que nos sanes, Señor. Estamos enfermos y somos pecadores, y necesitamos de Ti.
Eres Tú la puerta por la que nos salvamos. Eres Tú, Jesús, el pastor. Toca con tus manos todas mis heridas, purifícame con tu amor.
"Aleluya", cantará quien perdió la esperanza; y la tierra sonreirá. ¡Ale-lu-u-ya! Lo cantamos 3 veces: la primera con arpegio, la segunda con rasgueo suave, la tercera con rasgueo fuerte; subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
Junto a Ti, Señor, mi alma se siente feliz, y tu compañía es necesaria para mí. La seguridad de tu presencia siento en mí, como la vida que das y brotará sin fin.
Repartirás tu pan , tu cuerpo es, y ofreceremos la oración. Se beberá de Ti, tu sangre es, amor sin fin, el que nos das.
Repartirás tu pan, tu cuerpo es, y ofreceremos la oración. Se beberá de Ti, tu sangre es, amor sin fin, el que nos das. Tu cuerpo y sangre son. Crece la oración, la devoción y el gozo en mí. Mi trabajo ofrezco hoy sin a cambio pedir. Hay que mantener la unión en torno a tu amor, pues la fe sale de tu grandioso corazón.
Felices somos en la pobreza, si en nuestras manos hay amor de Dios, si nos abrimos a la esperanza si trabajamos en hacer el bien. Felices somos en la humildad, si como niños sabemos vivir. Será nuestra heredad, la tierra, la tierra.
Si el grano de trigo no muere en la tierra es imposible que nazca fruto. Aquel que da su vida para los demás tendrá siempre al Señor. Felices somos si compartimos, si nuestro tiempo es para los demás, para quien vive en la tristeza y para quien camina en soledad. Felices somos si damos amor, si en nuestras manos hay sinceridad, podremos siempre mirar y ver a Dios, y ver a Dios.
Estribillo Felices somos si ofrecemos paz y nuestra voz denuncia la opresión, si desterramos odio y rencores, será más limpio nuestro corazón. Felices somos en la adversidad, si nos persiguen cuando no hay razón; la vida entonces tendrá sentido en Dios, sentido en Dios.
¿Qué sería de mí si no me hubieras alcanzado? ¿Dónde estaría hoy si no me hubieras perdonado? Tendría un vacío en mi corazón, vagaría sin rumbo y sin dirección, (si no fuera por tu Gracia y por tu amor.) (Bis) Sería como un pájaro herido que se muere en el suelo, sería como un ciervo que brama por agua en un desierto, si no fuera por tu Gracia y por tu amor, si no fuera por tu Gracia y por tu amor.
¿Qué sería de mí si no me hubieras alcanzado? ¿Dónde estaría hoy si no me hubieras perdonado? Tendría un vacío en mi corazón, vagaría sin rumbo y sin dirección, (si no fuera por tu Gracia y por tu amor.) (Bis) Sería como un pájaro herido que se muere en el suelo, sería como un ciervo que brama por agua en un desierto, si no fuera por tu Gracia y por tu amor, si no fuera por tu Gracia y por tu amor.