Tomad, Virgen pura
nuestros corazones.
No nos abandones,
jamás, jamás.
No nos abandones,
jamás, jamás.
Mil querubes bellos orlan tu dosel,
Quiero estar con ellos Virgen, llévame;
contigo en el cielo, colmado mi anhelo,
qué feliz seré.
Estribillo
En la noche oscura tú eres la estrella polar,
mira nuestro rumbo si viene la tempestad.
¡Oh, madre María!, si tú eres mi guía
no he de naufragar.
Estribillo
Allí, Tu hermosura, por siempre veré,
y eternal ventura con ella tendré.
Allí, Tus loores, con himno de amores,
sin fin cantaré.
Estribillo
Mi alma, Madre, ansía en la eternidad,
con suave armonía, tu loor cantar.
Y en sublime abrazo, allí, en tu regazo,
a Dios alabar.
Estribillo
Allí, Madre mía, ¡qué dulce será,
la suave ambrosía, de tu amor, gustar!
Por siempre dichosos, con himnos gloriosos,
a Dios ensalzar.
Estribillo