Un nuevo Reino está amaneciendo; un nuevo Reino está surgiendo; un nuevo Reino está naciendo entre las ruinas de un viejo imperio. Es un Reino de paz, es un Reino de amor, es un Reino de justicia y libertad… (donde reina la hermandad, donde reina la igualdad, donde reina el Rey de reyes de verdad.) (Bis)
Aleluya, alelu, aleluya, aleluya, aleluya. Aleluya, alelu, aleluya, aleluya, aleluya. Yo quiero más y más de Cristo, yo quiero más de su Poder, yo quiero más de su Presencia, yo quiero más y más de Él.
Te ofrecemos el pan, fruto de nuestro sudor. Te ofrecemos el vino de nuestro campo, el mejor. Para Ti, Señor, el pan y el vino; para Ti, Señor, el trabajo de los campesinos.
Te ofrecemos también nuestra alegría, Señor. En tu mesa ponemos nuestra amistad, nuestro amor. Para Ti, Señor, así cantamos; para Ti, Señor, con el canto de nuestros hermanos.
Felices somos en la pobreza, si en nuestras manos hay amor de Dios, si nos abrimos a la esperanza si trabajamos en hacer el bien. Felices somos en la humildad, si como niños sabemos vivir. Será nuestra heredad, la tierra, la tierra.
Si el grano de trigo no muere en la tierra es imposible que nazca fruto. Aquel que da su vida para los demás tendrá siempre al Señor. Felices somos si compartimos, si nuestro tiempo es para los demás, para quien vive en la tristeza y para quien camina en soledad. Felices somos si damos amor, si en nuestras manos hay sinceridad, podremos siempre mirar y ver a Dios, y ver a Dios.
Estribillo Felices somos si ofrecemos paz y nuestra voz denuncia la opresión, si desterramos odio y rencores, será más limpio nuestro corazón. Felices somos en la adversidad, si nos persiguen cuando no hay razón; la vida entonces tendrá sentido en Dios, sentido en Dios.
Muéveme, mi Dios, hacia Ti. Que no me muevan los hilos de este mundo, no. Muéveme, atraéme hacia Ti, desde lo profundo.
Nota: - Es opcional terminar con “Muéveme.” - Si se canta 3 veces: 1ª vez: suave; 2ª vez: un poquito más fuerte; 3ª vez: suave y haciendo énfasis en el segundo “muéveme”.
Tantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud, y no son más que mentiras que desgastan la inquietud. Tú has llenado mi existencia al quererme de verdad. Yo quisiera, Madre Buena, amarte más.
En silencio escuchabas la Palabra de Jesús, y la hacías Pan de vida meditando en tu interior. La semilla que ha caído ya germina, ya está en flor. Con el corazón en fiesta cantaré:
Ave María, ave María. Ave María, ave Maríía. Desde que yo era muy niño has estado junto a mí, y guiado de tu mano aprendí a decir sí. Al calor de la esperanza nunca se enfrió mi fe, y en la noche más oscura fuiste Luz.
No me dejes, Madre mía, ven conmigo al caminar; quiero compartir mivida y crear fraternidad. Tantas cosas en nosotros son el fruto de tu amor. La plegaria más sencilla cantaré: