Vengo ante Ti, mi Señor, reconociendo mi culpa, con la fe puesta en tu amor que Tú me das como a un hijo. Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria, despojado de mis cosas, quiero llenarme de Ti.
Que tu Espíritu, Señor, abrase todo mi ser, hazme dócil a tu Voz, transforma mi vida entera. Hazme dócil a tu Voz, transforma mi vida entera. Puesto en tus manos, Señor, siento que soy pobre y débil, mas Tú me quieres así, yo te bendigo y te alabo. Padre, en mi debilidad, Tú me das la fortaleza, amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.
Versión Parroquia san Bruno con acordes simplificados: Que tu Palabra nos cambie el corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón. Transforma en bien el carbón, de nuestro gris corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón.
Que tu Palabra sea como la linterna, que nos enseñe por dónde caminar y transformar el dolor en una suave canción para llevar al mundo tu calor.
Estribillo Que tu Palabra sea como la comida, que nos sostenga y nos haga vivir; el pan para compartir, la fuerza para vivir, Palabra, pan que Dios va a repartir.
Estribillo Que tu Palabra sea la buena noticia que todo el mundo sueña con escuchar. Palabra para salvar, Palabra para curar, Palabra con poder que nos puede cambiar.
Estribillo
Versión original: Que tu Palabra nos cambie el corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón. Transforma en bien el carbón, de nuestro gris corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón.
Que tu Palabra sea como la linterna, que nos enseñe por dónde caminar y transformar el dolor en una suave canción para llevar al mundo tu calor.
Estribillo Que tu Palabra sea como la comida, que nos sostenga y nos haga vivir; el pan para compartir, la fuerza para vivir, Palabra, pan que Dios va a repartir.
Estribillo Que tu Palabra sea la buena noticia que todo el mundo sueña con escuchar. Palabra para salvar, Palabra para curar, Palabra con poder que nos puede cambiar.
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer vos me lo disteis y a vos, Señor, lo torno, todo es vuestro. Disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, dadme vuestro amor y gracia, que esto me basta.
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad.
Querido Padre, cansado vuelvo a Ti. Haz que conozca el don de tu amistad, vivir por siempre el gozo del perdón, y en tu presencia tu fiesta celebrar. Pongo en tus manos mis culpas, ¡oh, Señor! Estoy seguro de que eres siempre fiel. Dame la fuerza para poder andar buscando en todo hacer tu voluntad.
(Padre, yo busco tu amor. Padre, vuelvo a Ti. Mira, que tu hijo soy. Padre, vuelvo a Ti.)(Bis) Lo reconozco, a veces olvidé que eres mi Padre y que a mi lado estás, que soy tu hijo y me aceptas como soy. Sólo me pides: vive en sinceridad. Quiero sentirte cercano a mí, Señor, oír tu voz que me habla al corazón, sentirme libre desde tu libertad, ser signo vivo de la fraternidad.
Tantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud, y no son más que mentiras que desgastan la inquietud. Tú has llenado mi existencia al quererme de verdad. Yo quisiera, Madre Buena, amarte más.
En silencio escuchabas la Palabra de Jesús, y la hacías Pan de vida meditando en tu interior. La semilla que ha caído ya germina, ya está en flor. Con el corazón en fiesta cantaré:
Ave María, ave María. Ave María, ave Maríía. Desde que yo era muy niño has estado junto a mí, y guiado de tu mano aprendí a decir sí. Al calor de la esperanza nunca se enfrió mi fe, y en la noche más oscura fuiste Luz.
No me dejes, Madre mía, ven conmigo al caminar; quiero compartir mivida y crear fraternidad. Tantas cosas en nosotros son el fruto de tu amor. La plegaria más sencilla cantaré: