Ha llegado el tiempo favorable, verdadero sacramental; como Iglesia peregrina recorremos, el camino cuaresmal, como Iglesia peregrina recorremos, el camino cuaresmal.
(Es el tiempo de la gracia, yo te escucharé. Ha llegado ahora, el día de la salvación.) (Bis) Dios está llamando a su pueblo que se deje purificar con la penitencia y el ayuno, la oración y la caridad, con la penitencia y el ayuno, la oración y la caridad.
Escucha, tú, la Palabra de Dios, no solo con tus oídos, también con tu corazón. Escucha, tú, la Palabra de Dios, estate siempre atento a su voz. Escucha, tú, la Palabra de Dios, no solo con tus oídos, también con tu corazón. Escucha, tú, la Palabra de Dios, estate siempre atento a su voz. Déjala entrar dentro de tu corazón, pásala a tu mente y a tu situación; vívela, vívela en tu realidad, haz que por tu vida llegue a los demás.
Estribillo Si tus manos son instrumento de Dios, da tu pan al pobre, préstale tu voz, ama a Dios, ama a Dios con tu caridad; oye su Palabra con sinceridad.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú? ¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú? ¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada, si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?
(Todo lo que sé, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
(Santo es el Señor, mi Dios, digno de alabanza, a Él el poder, el honor y la gloria.) (Bis)
(Hosanna (hosanna). Hosanna (hosanna). Hosanna, ¡oh,Señor!) (Bis) (En el Bis: terminar con "mim") Bendito el que viene en nombre del Señor, con todos tus santos cantamos para Ti.
Hosanna (hosanna). Hosanna (hosanna). Hosanna, ¡oh, Señor! Nota: -El primer "Hosanna", lo cantan los hombres; el segundo "(hosanna)", las mujeres; el tercero, todos. -El bis de la primera estrofa, cantarlo suave.
Oraba en el monte cuando se transfiguró, su ropa fulguró con blanca luz. Elías y Moisés, aparecieron para hablar de su partida de este mundo en Jerusalén. Y Pedro quiso hacer tres chozas, para descansar cuando una nube los cubrió y en ella Dios habló:
Este es mi Hijo, mi amado, escúchenlo. Este es mi Hijo, mi amado, escúchenlo. Hagan suyo su camino, el camino de su amor. Síganlo en obediencia, por su cruz, hasta su luz. Jesús muestra su gloria a Pedro, Santiago y Juan; revela su misterio de "Hombre, Dios". No todo acabará en el fracaso de la cruz por medio de la muerte se abrirá un reino de luz. No es tiempo de acampar al mundo hay que transfigurar. Nos vamos transformando en imagen de Jesús.
Tú eres Santa María, eres nuestra Señora; porque haces tan nuestro al Señor eres madre de Dios, eres mi tierna madre, y Madre de la humanidad. Te pedimos que ruegues por todos nosotros heridos por tanto pecar desde hoy hasta el día final de este peregrinar.
María, he buscado tu imagen, serena, perdida, entre un manto de luz y al fin te encontré dolorosa, llorando de pena a los pies de una cruz.
María, he querido sentirte, entre tantos milagros, que cuentan de ti y al fin te encontré en mi camino, en la misma vereda que yo; tenías tu cuerpo cansado, un niño en los brazos, durmiendo en tu paz. (María, mujer, que regalas la vida sin fin.) (Bis)