Ha llegado el tiempo favorable,
verdadero sacramental;
como Iglesia peregrina recorremos,
el camino cuaresmal,
como Iglesia peregrina recorremos,
el camino cuaresmal.

(Es el tiempo de la gracia,
yo te escucharé.
Ha llegado ahora, el día
de la salvación.) (Bis)

Dios está llamando a su pueblo
que se deje purificar
con la penitencia y el ayuno,
la oración y la caridad,
con la penitencia y el ayuno,
la oración y la caridad.

Estribillo
Solista o varones:
Señor, Señor, Señor, ten piedad.

Coro o mujeres:
Señor, Señor, Señor, ten piedaad.

Solista o varones:
Cristo, Cristo, Cristo, ten piedad.

Coro o mujeres:
Cristo, Cristo, Cristo, ten piedaad.

Solista o varones:
Señor, Señor, Señor, ten piedad.

Coro o mujeres:
Señor, Señor, Señor, ten piedaad.
Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Habla, Señor, que tu siervo escucha.
(Muéstrame tu Voluntad
a través de la Palabra,
quiero conocerte más
para amarte y seguirte.) (Bis)
El Señor nos ha reunido junto a Él.
El Señor nos ha invitado a estar con Él.

En su mesa hay amor
la promesa del perdón,
y en el Vino y Pan, su corazón.
En su mesa hay amor
la promesa del perdón,
y en el Vino y Pan, su corazón.

Cuando, Señor, tu voz,
llega en silencio a mí
y mis hermanos me hablan de Ti,
sé que a mi lado estás,
te sientas junto a mí,
acoges mi vida y mi oración.

El Señor nos ha reunido junto a Él
Santo, Santo,
Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra
de tu Gloria, Hosanna.

(Hosanna, Hosanna,
Hosanna, en el cielo.) (Bis)

Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo, Hosanna.

Estribillo
Nota: Pausa entre estribillo y segunda estrofa.
(Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,) (bis)
(ten piedad de nosotros,
de nosotros ten piedad.)(Bis)

(Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,) (bis)
(ten piedad de nosotros,
de nosotros ten piedad.)(Bis)

(Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,) (bis)
(danos la paz,
danos la paz.)(Bis)
Dios es fiel, guarda siempre su alianza,
libra al pueblo de toda esclavitud.
Su Palabra resuena en los profetas
reclamando el bien y la virtud.

Pueblo en marcha por el desierto ardiente,
horizonte de paz y libertad.
Asamblea de Dios eterna fiesta,
tierra nueva, perenne heredad.

Si al mirar hacia atrás somos tentados,
de volver al Egipto seductor.
El Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

El maná es un don que el cielo envía
pero el pan hoy se cuece con sudor.
Leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.

Y Jesús nos dará en el calvario
su lección: “Hágase tu voluntad”.
Y su sangre vertida por nosotros,
será el precio de nuestra libertad.
Confío en Ti, de Ti me fié,
no andaré tus pasos si no es desde la fe.
Justo he de vivir si en Ti confié.
Dame, Dios, tu Espíritu; dame Tú, la fe.
Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas partes,
y sola nunca me dejes.
Y ya que me proteges tanto,
como verdadera Madre,
haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo,
haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.